Si bien acaso se trate del principal blanco de cuestionamientos, por parte de la ciudadanía, el actual sistema electoral -el régimen de acoples- es solo una parte de lo que debe abarcar una reforma política. En ello coincidieron la legisladora Carolina Vargas Aignasse (Partido Justicialista) y su homólogo Manuel Courel (Unión Cívica Radical). Ambos, junto al politólogo Javier Ghío, participaron de un debate en Panorama Tucumano, nave insignia de LA GACETA Play (LGPlay). El tema único de la discusión, moderada por el conductor del ciclo, el periodista Federico van Mameren, era la reforma política.
En su discurso del 1 de marzo, el gobernador, Osvaldo Jaldo, convocó a una reforma del sistema electoral. “He tomado la decisión de convocar a las fuerzas políticas representadas en esta Legislatura a fines de debatir la modificación del régimen electoral. El voto popular conforma una de las bases del sistema democrático de Gobierno. Tengo la certeza de que podremos encontrar una fórmula adecuada para que la elección exprese y garantice las preferencias del voto popular”, había dicho el mandatario.
Ayer, la legisladora contó que se había mostrado sorprendida por el anuncio del gobernador. “Pensé que no iba a mencionar este tema, polémico y de alto voltaje político. Estos temas tocan muchos intereses, cambian el panorama electoral, político; el mapa que uno tiene en la cabeza. Pero uno conoce de quién viene; (Jaldo es una) persona de mucha experiencia, con una lectura cabal de la realidad. Y vio que el sistema se agotó; la gente pide a gritos una reforma. El electorado, y una gran parte de la dirigencia”, subrayó Vargas Aignasse.
Respecto del sistema de acoples, se mostró muy crítica; pero advirtió acerca de terminar en un reduccionismo si solo se hacía foco en esa metodología. “Este sistema desdibuja y pulveriza la tarea del dirigente de vocación que trabaja en el territorio. Lo pone en igualdad de competir con otras personas que pueden armar un acople -por supuesto que no cualquiera, hay que ser hábil para eso- un año antes. Pero si nos centramos en la discusión ‘acople sí/acople no’ nos estaríamos equivocando”, manifestó.
También Courel reprochó el sistema de colectoras que rige en Tucumán. “Es el nido de la serpiente. Permitió que se genere un clientelismo muy perverso. Además, es un sistema engorroso, muy caro, que genera falta de representación y conspira contra el equilibrio de la democracia. La gente está harta”, enumeró.
El radical consideró que una reforma electoral debe generar que los partidos políticos funcionen. “Hay que ponerlos en valor; que no sean meros sellos electorales. El acople genera una fragmentación en la oposición legislativa. Como todos trabajan para la corona, cuando esta llega ordena; por el contrario, la oposición se atomiza”, criticó Courel.
Courel dijo que tomó el anuncio de Jaldo con entusiasmo y con optimismo. “Nos está dando la oportunidad histórica de cambiar Tucumán. Y nosotros ya estamos trabajando; estamos armando nueve proyectos, que presentaremos en los próximos días. No solo referidos al sistema de acoples; también sobre la boleta única -luego se verá si de papel o electrónica-, sobre el sistema de partidos políticos y su financiamiento... Creo que hay voluntad política para hacerlo; y nosotros estamos trabajando”, puntualizó.
Vargas Aignasse recordó que para eliminar el sistema de acoples no basta una ley, sino que necesariamente se precisa una reforma de la Constitución. “No estoy sugiriéndola; pero la cancha está marcada: el acople está en la Constitución; y en algún momento hay que sacarlo (de ahí). Los tucumanos nos merecemos una reforma constitucional como cualquier sociedad equilibrada y madura, pero hoy el interés de la gente pasa por otro lado”, indicó.
Courel destacó que su espacio político no le teme a una reforma constitucional. “Si para avanzar con una reforma política es necesario reformar la Constitución lo hagamos. La de 2006 está viciada. Nosotros estamos trabajando en un montón de temas para contribuir a la discusión”, señaló.
La academia
Ghío aportó la voz de la academia. “Un sistema electoral es una herramienta, que sirve para modificar variables que hacen a la democracia: sistema partidos, territorialidad, representatividad, conformación de los parlamentos. Y como toda herramienta depende de quién la usa”, advirtió.
Luego, señaló que un sistema electoral no solo gira en torno del derecho electoral. “Es una parte muy importante del sistema electoral, pero no la única. También está el diseño del sistema electoral. Y no lo puede hacer cualquiera; implica conocer la sociedad, la historia, el funcionamiento de los partidos. Debe diseñarlo alguien que se dedique a ello. No es cortar y pegar”, puntualizó.
Finalmente, remarcó que un sistema electoral no muestra toda su potencialidad en la primera elección en la que se lo utiliza. “Tucumán nos sirve de excelente ejemplo. La Constitución se reforma en 2006; en 2007 aparecen 99 partidos habilitados a participar. En 2011, 191 partidos. Y en la tercera elección con ese sistema electoral, en 2015, el acople se muestra en toda su potencialidad: aparecen 586 partidos. Eso claramente generó un malestar tremendo, no solo en los partidos, sino en la sociedad toda”, destacó el politólogo.